Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la crisis del coronavirus como pandemia oficial el 11 de marzo, el mundo del trabajo ha cambiado radicalmente. Muchos de nosotros hemos experimentado el trabajo desde casa por primera vez, mientras que otros han tenido que compaginar el trabajo con otras responsabilidades, como ser padres y profesores al mismo tiempo, y todo esto de la noche a la mañana. Algunos de nosotros incluso hemos tenido que interrumpir nuestra actividad laboral, aunque sea temporalmente.

Sin embargo, una cosa que ha sido increíble de ver en los últimos meses, ha sido la rapidez con la que -como sociedad- hemos aprendido a adaptarnos y abrazar toda una ola de nuevos comportamientos y tecnologías digitales para seguir adelante.

Adaptarse y sobrevivir 

En We Are Social esta repentina transición a un espacio de trabajo puramente digital se ha visto suavizada por el hecho de que, desde hace casi cuatro años, contamos con The Ship, nuestra plataforma de colaboración digital global, que nos trajo Workplace de Facebook. 

Desde que The Ship se lanzó por primera vez en 2016, hemos visto cómo pasaba de ser una de las muchas herramientas digitales utilizadas para conectar a nuestros (ahora) más de 850 empleados a nivel mundial, a una piedra angular de nuestra cultura organizativa, y una herramienta clave para compartir conocimientos y experiencia a nivel global. Puedes encontrar más información al respecto aquí.

En los últimos cuatro meses, sin embargo, hemos visto cómo The Ship ha dado el siguiente paso en su evolución y ha pasado de ser una piedra angular de nuestra cultura, a convertirse en el punto de contacto principal dentro de nuestra organización.

Hemos visto nacer grupos en The Ship de todo tipo: desde los que ofrecían consejos de los sobre la mejor manera de trabajar desde casa, hasta otros en los que se compartían fotos de los escritorios y de las comidas en casa. Pero no todo ha sido diversión, juegos y sesiones de entrenamiento virtual, The Ship también se ha convertido en una parte aún más vital de nuestra estrategia de comunicación dentro de la empresa.

Hemos sido capaces de llevar las actualizaciones semanales de cada una de nuestras 15 oficinas -y de casi toda nuestra dirección global- a todo el equipo de una manera fácilmente digerible. El uso de los subtítulos y las capacidades de traducción automática de la plataforma nos han permitido compartir eficazmente las actualizaciones y los mensajes clave, en varios idiomas y zonas horarias, todo ello sin salir de la plataforma.

Compartir y hacerlo por igual

Junto con la comunicación, en los últimos meses también se ha hecho más evidente la capacidad de The Ship para impulsar el intercambio de conocimientos y la colaboración en toda la red.

Los miembros del equipo de varias regiones se han reunido para organizar eventos globales con el fin de compartir sus conocimientos y ayudar a nuestros equipos a seguir perfeccionando sus habilidades y explorar los últimos avances en las diferentes plataformas. Nuestro evento TikTok 101, que luego fue llevado al exterior, es un excelente ejemplo de ello.

Nuestros equipos globales de Estrategia y R&I también se han conectado y han podido compartir ideas e información a una velocidad vertiginosa, mientras intentaban descifrar cómo sería  la «nueva normalidad»  para las marcas después de COVID. Además la conocida funcionalidad de “Grupos” de la plataforma ha permitido a nuestros equipos de comunicación compartir actualizaciones, documentos e información importante con miembros del equipo ubicados en diferentes oficinas con sólo un clic.

Y al igual que hemos evolucionado nuestros comportamientos en la plataforma para adaptarnos a esta nueva forma de trabajar, The Ship también ha seguido evolucionando. La introducción de la «Biblioteca de conocimientos» nos ha permitido empezar a revisar la información preexistente almacenada en la plataforma, limpiarla (cuando ha sido necesario) y trasladarla a un lugar fácil de encontrar.

“Back to the future”

Por supuesto, no sólo tenemos que agradecer a The Ship que nos haya ayudado en estos tiempos difíciles. Desde las herramientas de conferencia como Zoom y BlueJeans, hasta la experimentación con plataformas como YouTube y Twitch para celebrar reuniones de empresa y concursos, éste ha sido un viaje de descubrimientos, impulsado por el deseo de proporcionar herramientas que ayuden a las personas a ser más eficientes y creativas, sin dejar de tener una plataforma básica que todo el mundo utilice.

Mientras miramos a un futuro en el que la combinación de trabajo en remoto y desde la oficina, en muchos países, seguirá siendo la norma, las herramientas de colaboración social y digital nos han enseñado que  tienen el potencial no sólo de conectar equipos dispersos, sino también de mejorar los beneficios del trabajo a distancia para impulsar un mayor compromiso y productividad. ¡El truco está en hacerlo bien!

Para aquellos que luchan por comunicarse a distancia, hay que encontrar una manera de demostrar una preocupación verdadera  por su equipo como seres humanos, no solo como empleados. En tiempos de incertidumbre, cambio y crisis, la gente tiene miedo. Están aislados, les preocupa su trabajo y trabajan de una forma que, para muchos, es completamente nueva. Por eso, hay que poner en marcha actividades y comunicaciones que contribuyan a su bienestar mental y físico, y darles las herramientas y la información que necesitan para hacer su trabajo, independientemente del lugar del mundo en el que se encuentren.

Como decía el psicólogo organizacional Adam Grant en una de sus citas: «La cultura y la conectividad pueden considerarse como algo «agradable de tener» en los buenos tiempos, pero son esenciales en los malos».