EL RETO DE SER MEJORES CREATIVOS CON LA LLEGADA DE LA IA

Es innegable que la Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse, y no hace más que crecer. Debido a esta tendencia, Simon Richings, Executive Creative Director en We Are Social, ha analizado y explorado sus implicaciones dentro del sector y lo que puede significar para los creativos y la industria.

Cada día hay novedades sobre la IA, noticias como el hecho de que Microsoft esté apostando por IAs como ChatGPT es algo que no sorprende en absoluto. Las apariciones de nuevas IAs y sus posibles aplicaciones en nuestra rutina es ya algo habitual. Lo cierto es que aún no llegamos a ver su verdadero potencial. Puede elegir por sí sola. Puede escribir código. Incluso puede aprobar exámenes.

Sin embargo, algo que parece alejado del alcance de la IA (al menos por el momento) es por ejemplo su uso para escribir una canción, es decir, crear algo propio. En el artículo esto se explica con un ejemplo a través del artista Nick Cave y el reto de la IA para crear una canción suya, o al menos una que esté a su altura. En su último blog, el letrista australiano cargaba contra la IA refutando un intento del algoritmo de escribir una canción a su estilo. «El apocalipsis va por buen camino», comentaba. «Esta canción apesta».

Pero aunque ChatGPT no pueda escribir como Cave, en los círculos creativos crecen las preguntas  por el aparente aumento de las capacidades de la IA.

En palabras de Sam Altman, el cerebro detrás de ChatGPT y director ejecutivo de OpenAI, habló de ello en una entrevista reciente: «Si hace diez años hubiésemos preguntado a la gente cuál creía que sería la principal aplicación de la IA, probablemente nos habrían dicho que primero llegaría a los trabajos manuales como fábricas, coches autónomos…. Luego llegaría para los trabajos de cuello blanco «poco cualificados». Luego la programación. Por último, el trabajo creativo. Pero ha ocurrido lo contrario».

La revolución de la IA se ha iniciado primero en el ámbito de los creativos. Herramientas como DALL-E y Midjourney están captando la atención y la imaginación a partes iguales. Con tan solo unas palabras, los creativos pueden transformar ideas del cerebro a la pantalla a gran velocidad. Podemos imaginar y ver en la pantalla inmediatamente cómo sería una película de Star Wars al estilo Wes Anderson.

Y eso es algo que suena bastante bien.

ChatGPT imagina el universo Star Wars a través de la mirada de Wes Anderson.

Entonces, ¿nos vamos todos al paro?

La A significa “promedio”

ChatGPT y las herramientas de IA están cambiando el proceso creativo. Pero no están cambiando el resultado creativo.

Siendo realistas, el trabajo que produce por sí misma es de lo más “promedio” que se puede encontrar. Como señala Sam Altman, la «AGI es esencialmente el equivalente de un humano medio». Utilizando enormes cantidades de datos de Internet, el modelo de procesamiento del lenguaje construye palabras y frases basándose en probabilidades estadísticas.

Como dijo Nick Cave: «ChatGPT es en este caso una réplica a modo de parodia». ChatGPT puede ser capaz de escribir un discurso, un ensayo, un sermón o una esquela, pero no puede crear una canción auténtica.

ChatGPT no sabe qué decir por sí solo. Sólo sabe lo que es más probable que digamos, y es ahí donde está la clave.

Esto nos lleva a pensar que realmente es todo lo contrario a la creatividad, a la originalidad. Pero no quita que pueda seguir teniendo implicaciones importantes para los creativos. Con estas herramientas, cualquiera con pulso y conexión WiFi puede crear fácil e instantáneamente obras de lo más “mediocre”. Por primera vez, la mediocridad es prácticamente gratuita.

Entre las consecuencias encontramos que la IA sí sube el listón para los creativos. Cuando cinco de cada diez trabajos son gratuitos, probablemente no merezca la pena pagar por seis de cada diez. Por otro lado, provoca que lo realmente bueno se vuelva aún más valioso, porque es lo que ahora se necesita para ser distintivo, atractivo y memorable.

El ordenador da el pistoletazo de salida

La relación entre los creativos y la tecnología se adentra en una nueva era gracias a la IA. Estas herramientas están cambiando las posibilidades. Pero son una poderosa extensión de nuestras capacidades humanas, no un sustituto barato.

Por eso soy optimista sobre el futuro de la IA y la creatividad. Estas herramientas nos ayudarán a conseguir grandes cosas como especie. A largo plazo, la IA transformará la sociedad a una escala sin precedentes.

Eso no quita que, a corto plazo, esté haciendo cosas mucho más pequeñas. Como componer imitaciones de canciones de Nick Cave o revelar hasta qué punto el trabajo de marketing es intrínsecamente mediocre.

Así que, por ahora, en We Are Social mantenemos un uso lúdico de ChatGPT. En nuestra recepción hemos instalado un generador de ideas de inteligencia artificial en forma de un gran teléfono rojo. Habla, literalmente, con ChatGPT para empezar a pensar ideas.

También hemos incorporado un campo dinámico de ChatGPT a nuestros documentos informativos. Cada vez que recibimos un briefing, la IA genera inmediatamente un puñado de ideas. No son geniales, pero de eso se trata. El trabajo de nuestro equipo creativo es asegurarse de que «superan al bot».

La tecnología de IA mejora lo que somos capaces de hacer. Eleva el listón creativo y da a las grandes ideas más espacio para brillar, y a las ideas medias menos lugares donde esconderse.

Nos desafía a ser mejores. Porque cuando lo mediocre no tiene coste, lo brillante no tiene precio.

Este artículo apareció originalmente en Campaign.